La dieta y la nutrición son dos factores clave en la cicatrización de las heridas. Nutrientes como la albúmina, las proteínas o la vitamina k pueden estar relacionados con el proceso de cicatrización.

Las úlceras venosas aparecen principalmente como consecuencia de patologías vasculares como:

Insuficiencia venosa crónica: afección en la cual el retorno venoso disminuye de forma persistente desde los miembros inferiores hacia el corazón.

En ella, la sangre tiende a quedarse estancada en el interior de las venas de los miembros inferiores, ejerciendo así una presión continua sobre su pared, provocando su dilatación (varices), lo cual hace que el retorno venoso sea más difícil. Por ello, forma parte de su tratamiento la terapia compresiva.

Trombosis venosa profunda o superficial: se trata de la obstrucción de una vena profunda o superficial en las piernas por un trombo. Por tanto, su tratamiento se basa en anticoagulantes como la heparina o la Warfarina.

Además, los pacientes deben de seguir una dieta, evitando la ingesta de alimentos ricos en vitamina k.

Dentro de los factores para prevenir la insuficiencia venosa y la trombosis venosa, y, por tanto, las úlceras venosas que provocan, se encuentra la dieta.

Además de rica y variada, la dieta en pacientes con insuficiencia venosa debe ser:

• Baja en grasas, en especial grasas saturadas, presente en alimentos como la mantequilla o el aceite de palma.
• Rica en alimentos ricos en fibra, para así evitar el estreñimiento y que aumente la insuficiencia venosa. Esto se debe a que el estreñimiento provoca un aumento de la presión intraabdominal, lo cual dificulta el retorno venoso, empeorando así la insuficiencia venosa.
• Reducida en sal.
• Eliminar las bebidas alcohólicas.
• Eliminar las bebidas con cafeína.

En pacientes con trombosis venosa, además de las indicaciones ya mencionadas para los pacientes con insuficiencia venosa, es importante evitar alimentos ricos en vitamina k, como son aquellos de hoja verde (acelgas, espinacas, brócoli, etc.), además de alimentos ricos en grasas como el hígado, ya que la vitamina k es un cofactor de la coagulación, favoreciendo la formación de coágulos y aumentando el riesgo de recidiva en la trombosis.